Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Macabeos 7, 19-50

19 Báquides partió de Jerusalén y acampó en Bet Zet. De allí mandó
a prender a muchos que habían desertado donde él y a algunos del pueblo,
los mató y los arrojó en el pozo grande.


20 Luego puso la provincia en manos de Alcimo, dejó con él tropas
que le sostuvieran y se marchó adonde el rey.

21 Alcimo luchó por el sumo sacerdocio.

22 Se le unieron todos los perturbadores del pueblo, se hicieron
dueños de la tierra de Judá y causaron graves males a Israel.

23 Viendo Judas todo el daño que Alcimo y los suyos hacían a los
hijos de Israel, mayor que el que habían causado los gentiles,

24 salió a recorrer todo el territorio de Judea para tomar venganza de
los desertores y no dejarles andar por la región.

25 Al ver Alcimo que Judas y los suyos cobraban fuerza y que él no
podía resistirles, se volvió donde el rey y les acusó de graves delitos.

26 El rey envió a Nicanor, uno de sus generales más distinguidos y
enemigo declarado de Israel, y le mandó exterminar al pueblo.

27 Nicanor llegó a Jerusalén con un ejército numeroso y envió a
Judas y sus hermanos un insidioso mensaje de paz diciéndoles:

28 «No haya lucha entre vosotros y yo; iré a veros amistosamente con
una pequeña escolta.»

29 Fue pues, donde Judas y ambos se saludaron amistosamente, pero
los enemigos estaban preparados para raptar a Judas.

30 Al conocer que había venido a él con engaños, se atemorizó Judas
y no quiso verle más.

31 Viendo descubiertos sus planes, Nicanor salió a enfrentarse con
Judas cerca de Cafarsalamá.

32 Cayeron unos quinientos hombres del ejército de Nicanor y los
demás huyeron a la Ciudad de David.

33 Después de estos sucesos, subió Nicanor al monte Sión. Salieron
del Lugar Santo sacerdotes y ancianos del pueblo para
saludarle
amistosamente y mostrarle el holocausto que se ofrecía por el rey.

34 Pero él se burló de ellos, les escarneció, les mancilló y habló
insolentemente.

35 Colérico, les dijo con juramento: «Si esta vez no se me entrega
Judas y su ejército en mis manos, cuando vuelva, hecha la paz,
prenderé
fuego a esta Casa.» Y salió lleno de furor.

36 Entraron los sacerdotes y, de pie ante el altar y el santuario,
exclamaron llorando:

37 «Tú has elegido esta Casa para que en ella fuese invocado tu
nombre y fuese casa de oración y súplica para tu pueblo;

38 toma vengaza de este hombre y de su ejército y caigan bajo la
espada. Acuérdate, de sus blasfemias y no les des tregua.»

39 Nicanor partió de Jerusalén y acampó en Bet Jorón, donde se le
unió un contingente de Siria.


40 Judas acampó en Adasá con 3.000 hombres y oró diciendo:

41 «Cuando los enviados del rey blasfemaron, salió tu ángel y mató a

185.000 de ellos;

42 destruye también hoy este ejército ante nosotros y reconozcan los
que queden que su jefe profirió palabras impías contra tu Lugar
Santo;
júzgale según su maldad.»

43 El día trece del mes de Adar trabaron batalla los ejércitos y salió
derrotado el de Nicanor. Nicanor cayó el primero en el combate,

44 y su ejército, al verle caído, arrojó las armas y se dio a la fuga.

45 Les estuvieron persiguiendo un día entero, desde Adasá hasta
llegar a Gázara, dando aviso tras ellos con el sonido de las trompetas.

46 Salió gente de todos los pueblos judíos del contorno y,
envolviéndoles, les obligaron a volverse los unos sobre los otros.
Todos
cayeron a espada; no quedó ni uno de ellos.

47 Tomaron los despojos y el botín; cortaron la cabeza de Nicanor y
su mano derecha, aquella que había extendido insolentemente, y
las
llevaron para exponerlas a la vista de Jerusalén.

48 El pueblo se llenó de gran alegría; celebraron aquel día como un
gran día de regocijo

49 y acordaron conmemorarlo cada año el trece de Adar.
50 El país de Judá gozó de sosiego por algún tiempo.